lunes, 28 de abril de 2014
jueves, 10 de abril de 2014
Soneto a una nariz
Érase un hombre a una nariz pegado.
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un peje espada mal barbado;
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un peje espada mal barbado;
era un reloj de sol mal encarado.
érase un elefante boca arriba,
érase una nariz sayón y escriba,
un Ovidio Nasón mal narigado.
érase un elefante boca arriba,
érase una nariz sayón y escriba,
un Ovidio Nasón mal narigado.
Érase el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egito,
los doce tribus de narices era;
érase una pirámide de Egito,
los doce tribus de narices era;
érase un naricísimo infinito,
frisón archinariz, caratulera,
sabañón garrafal, morado y frito.
frisón archinariz, caratulera,
sabañón garrafal, morado y frito.
De este soneto, dícen que dedicado a su
amigo Góngora, hay una segunda versión,
probable deformación popular de la primera,
que es la siguiente:
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa;
érase una nariz sayón y escriba;
érase un pez espada muy barbado;
Era un reloj de sol mal encarado.
érase una alquitara pensativa;
érase una alquitara pensativa;
érase un elefante boca arriba;
era Ovidio Nasón más naridado.
Érase el espolón de una galera;
érase una pirámide de Egito,
los doce tribus de narices era;
érase una pirámide de Egito,
los doce tribus de narices era;
érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
muchísima nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
Francisco de Quevedo
jueves, 3 de abril de 2014
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)